Wednesday 3 October 2012

Política en La casa de los espíritus


El tema político en La casa de los espíritus es planteado en el inicio por la canción que canta Pedro Tercero García sobre las gallinas y zorros en su revuelta a la autoridad de Esteban Trueba en Las Tres Marías. Ésta canción de Pedro Tercero origina de un cuento del viejo Pedro García, y la metáfora recurre por la novela de los ricos y poderosos siendo los zorros y las gallinas siendo los pobres destinados a ser miserables si no se unen: “Blanca se rió con la historia y dijo que eso era imposible, porque las gallinas nacen estúpidas y débiles y los zorros nacen astutos y fuertes, pero Pedro Tercero no se rió” (Allende 152). El asunto de la política empieza a desarrollarse cuando los inquilinos (con la influencia de las ideas socialistas de Pedro Tercero) empiezan a luchar por sus derechos y cuestionar el régimen dictatorial de Esteban; “Las gallinas decidieron que ya estaban hartas de aguantar la prepotencia del zorro, lo esperaron organizadas y cuando entró al gallinero, le cerraron el paso, lo rodearon y se le fueron encima a picotazos hasta que lo dejaron más muerto que vivo. -Y entonces se vio que el zorro escapaba con la cola entre las piernas, perseguido por las gallinas -terminó el viejo” (152), como viene a pasar con Esteban  cuando los inquilinos lo mantienen como rehén en Las Tres Marías. Esteban ejerce un régimen totalitario de sobre los inquilinos en el cual él explota la labor, sexualidad,  y derechos de la población. Esteban eventualmente entra en la política, en el partido conservador, donde lucha ferozmente contra los socialistas e ideas comunistas y marxistas: “Para el senador Trueba todos los partidos políticos, excepto el suyo, eran potencialmente marxistas y no podía distinguir claramente la ideología de unos y otros. No vacilaba en exponer su posición en público cada vez que se le presentaba la oportunidad, por eso para todos menos para sus partidarios, el senador Trueba pasó a ser una especie de loco reaccionario y oligarca, muy pintoresco” (323). La política es para Esteban un asunto apropiado para discutirse en la mesa de la cena, y toda hora es apropiada para entrar en debates sobre partidos con su hijo, Jaime, u otros. La novela tiene muchos personajes que oponen a las ideas de Esteban, pero el personaje que emerge como un líder del socialismo (informalmente) es Pedro Tercero (cuyas ideas revolucionarias originaron del cuento de las gallinas y zorros); “Lo escuchaban sorprendidos y confusos. Su tiempo se medía por estaciones, sus pensamientos por generaciones, eran lentos y prudentes. -Si el patrón descubre que vamos a votar por los socialistas, nos jodimos –dijeron” (204, 205). Además, la política revuelve por la mayor parte sobre la política de Chile, con alusión a acontecimientos históricos como el golpe de la dictadura militar con referencias a Salvador Allende. Al medida que progresa la historia alude cada vez más a esos acontecimientos históricos de Chile: El Presidente, aunque no se menciona explícitamente quien es, se hace claro (por los acontecimientos) que es Salvador Allende, y El Poeta es Pablo Neruda. 

Diferencias entre película y novela de La casa de los espíritus


Cuando una novela se traduce a una película, por ser dos formas de media bastante distintas una de la otra, la película resultara diferente a la novela. Una novela permite que se desarrollen los personajes y la historia extensivamente sin muchas restricciones. En ésta forma de representación hay mucha libertad acerca de cómo se transmite la idea de la novela al lector, permitiendo, por ejemplo, ver los acontecimientos de perspectivas distintas de los distintos personajes (como Allende explora con los cambios entre tres narradores distintos en su obra). Por otro lado, la representación visual—la película—tiene numerosos límites como la duración de la película, introspecciones de personajes, y que todas las ideas se tienen que transmitir por medio de diálogo. La naturaleza compleja e intrica de la novela La casa de los espíritus hace con que la traducción a otro estilo de media sea bastante incompleta. La película de La casa de los espíritus es por lo tanto una terrible representación con grandes fallas que no capta el propósito de la novela, en la opinión de cualquier Latinoamericano.
Hacer una película de La casa de los espíritus es seguramente un gran desafío por la forma en que está escrita la novela. El libro tiene ocasiones de diálogos muy escasas, y las perspectivas oscilan entre un narrador omnisciente y dos narradores en primera persona (Alba y Esteban). Naturalmente el guión de la novela tendría que ser radicalmente distinto para intentar trasmitir por lo menos un segmento básico que relacionara siquiera mínimamente a la novela; sin embargo, la forma en que se adaptó la película llega a ser ofensivo para el público Latinoamericano. Después de asistir a la película es cuando uno se da cuenta de cuanto que la novela es Latinoamericana y retrata a la historia y particularidad de ésta. Tal vez la imagen errónea de Latinoamérica se debe a que la versión de cine fue hecha en Hollywood, con actores, directores, y guionistas extranjeros que no lograron (ni remotamente) retratar la esencia Latinoamericana fundamental de la novela. Pero tal vez ésta película fue conscientemente dirigida para el público estadounidense. La película La casa de los espíritus omitió muchos elementos cruciales de la novela (como toda una generación) para incluir otros más irrelevantes, de forma que la película se tornó una compilación de escenas cuya relación era inexplicable y no muy clara, y que no logra contar una historia por su cuenta (como la repentina aparición de escenas de la dictadura). Es cuestionable si la película se podría entender sin haber antes leído la novela para dar una idea de contexto ya que mientras que en la novela un evento escala hacia el otro, en la película solo aparecen escenas y personajes cuya existencia es inexplicada y consecuentemente confusa para el espectador.
Es inválido condenar la película por haber representado a los personajes de forma distinta. En el caso de Esteban se nota una diferencia entre personajes y que en el libro, por ejemplo, él ordena que Pedro Tercero vaya con él cuando lo viene a buscar en la habitación donde lo escondía Blanca, y en la película él le pide que “por favor” vaya con él, casi que suplicándolo. Esto sirve para mostrar el lado de Esteban que es bueno para no ser visto como un villano; en el libro esto se hace por medio de introspecciones donde el lector entiende a su lado, mientras que en la película como no se puede hacer esto, tienen que mostrar la complejidad del personaje por medio del diálogo. Pero aun así la representación de Latinoamérica y muchos de los elementos del libro (como la falta de Jaime, Nicolás, Amanda, Alba, y muchos otros aspectos) dejo mucho a desear, por lo menos a los espectadores Latinoamericanos. Por estas razones quizás hubiera sido más eficaz si la película fuera una miniserie contada desde la perspectiva de un solo personaje en un ambiente realmente Latinoamericano (ya que la historia narra cuatro generaciones), o por lo menos que hubieran algunos personajes que hablaran español (Chileno) para crear una atmósfera más real (diferente de los actores hablando ingles con palabras en español con acento gringo que no tiene nada que ver).